martes, noviembre 28, 2006

Sobre los escombros del Muro de Berlín

El 9 de Noviembre de 1989, un acontecimiento histórico hizo que el mundo mirara hacia Alemania. Los 155 kilómetros de Muro que dividían Berlín en dos, caían tras más de 28 años. Ocho meses después, el mundo celebra la victoria de la libertad con un concierto organizado por Roger Waters -cantante de Pink Floyd -, que ha logrado reunir a más de nueve grandes cantantes y grupos musicales, como Scorpions, Ute Lemper, Sinead O'Connor, Bryan Adams, Paul Carrack, o Van Morrison, entre otros, que fueron recibidos por una cantidad inmensa de gente que se acercó hasta Postdamer Plazt, en Berlín, desde diferentes lugares, o que siguieron el concierto desde los 50 países para los que se transmitía en directo.
La gran protagonista de la noche fue la escenografía, que durante más de dos horas se convirtió en un símbolo del pasado, de la represión que ha vivido Berlín y de todo lo que significaba la guerra. A base de helicópteros, sonido de aviones, y entradas y salidas del escenario de un ejército fascista que desfilaba para la ocasión, el público pudo recordar que ya pueden pisar la línea que separaba el este del oeste de la ciudad sin ser detenido por ello.
Las actuaciones estuvieron acompañadas de la construcción de un muro sobre el que se proyectaban imágenes diversas, desde los graffitis reales del Muro, hasta imágenes de animación con una clara simbología militar y bélica. Además, la construcción iba, paulatinamente, separando al público de los cantantes y músicos, aunque sólo uno (Paul Carrack) se atrevió a cantar detrás del muro cuando estuvo acabado. El espectáculo, no sólo se convirtió en una condena profunda a la guerra y a sus consecuencias, si no que criticó la pasividad de la gente - Roger Waters cantó en una habitación, sentado mientras veía la televisión -, finalizando, como no podía ser de otra forma, con la destrucción del muro, tras cuyos escombros sonó la canción final, que todos los músicos interpretaron juntos.

domingo, noviembre 26, 2006

La Justicia está en los periódicos

En una tarde en que se tocaron temas tan diversos como la pena de muerte o la reforma de la Constitución española, Vicente Gimeno Sendra, Catedrático de Derecho Procesal en la UNED y ex magistrado del Tribunal Constitucional, habló de la Juticia en su sentido más amplio, pasando por temas que podemos ver cada día en los periódicos, como la ley de enjuiciamiento criminal, la politización de la justicia en España, o las competencias urbanísticas de los ayuntamientos.

El caso de Iñaki De Juana Chaos, condenado a doce años y siete meses de cárcel por dos artículos de opinión publicados en el diario Gara, fue uno de los temas cumbre analizados en la conferencia, en la que se denunció la existencia de delitos de opinión en una democracia. No obstante, tampoco hay que perder de vista el caso excepcional de De Juana, perteneciente a la banda terrorista ETA, que asesinó a 25 personas, razón por la cual estaba ya cumpliendo una condena que ha sido rebajada de 30 a 18 años por buena conducta.

Pero Vicente Gimeno no se restringió solo al ámbito nacional. Apelado por los estudiantes de periodismo del CEU, Universidad en la que daba su conferencia sobre la reforma de la justicia penal, Vicente Gimeno analizó la sentencia que el tribunal iraquí emitió contra Sadam Husein, que le condena a la muerte en la horca por los asesinatos cometidos mientras estaba en el poder. Aprovechando para proponer la creación de un tribunal imparcial, que se encargase de temas como ese, aclaró que no ser partidario de la pena de muerte no significa obviar algunas atrocidades como las cometidas por Sadam Hussein.

domingo, noviembre 12, 2006

Democracia y dedocracia

La democracia es la base de nuestra sociedad actual, y sin embargo, es curioso observar que los partidos que sostienen esa forma de estado carecen de una democracia interna real. La elección del candidato a la Alcaldía de Madrid es sólo un ejemplo actual que nos deja la "dedocracia".
Si la democracia es pluralismo, ¿no sería lógico que existieran voces críticas dentro de los partidos? Las decisiones antidemocráticas a nivel interno se han generalizado para minimizar los riesgos electorales que genera, sin embargo, ese pluralismo. La razón: el debate interno puede dar imagen de división en el partido. No obstante, lo único que se logra así es dinamitar el sentido de la acción política de las bases.
Paradójicamente, los partidos se quejan de la falta de interés de los ciudadanos por la política, pero impiden actividades en las que los militantes puedan involucrarse. Las primarias que el PSOE celebró en 1998, entre Fernando Morán y Joaquín Leguina - ganando el primero - están ya en el olvido. En el Partido Socialista, que en plena crisis interna, en los años noventa, incluyó en sus estatutos las primarias con la intención de dar ejemplo, ha hecho de las primarias la excepción, mientas que la designación "a dedo" sigue siendo la regla.
Sin embargo, no se puede culpar a un sólo partido. Ni PSOE, ni PP, ni IU se libran de ese miedo a cuestionarse a sí mismos que parece haber invadido a la clase política. Tanto, que incumplen, sin pensarlo, el artículo 6 de la Constitución, que exige el carácter democrático, tanto de la estructura como del funcionamiento de las formaciones políticas.
El problema no es nuevo, ni exclusivo de España, pero esa no es excusa para que los partidos que se llaman "democráticos" no se decidan a serlo de una vez por todas. Por eso, se hace necesaria, cada vez con mayor urgencia, la autocrítica por parte de los partidos, porque si la democracia es lo mejor para la sociedad, no lo es menos para la clase política. Ya es hora de dejar de pensar en el poder, y empezar a pensar en los ciudadanos.